restos de mi ser
compañera del cauce de mis venas
Hoy resucita la secuela
pero se adentra para desvanecerse
en aquel infinito mundo de espera.
dentro de esta cristalina marea
se esparcen los latidos
y el pulso se enreda.
No hay muralla en esta ventana ciega
No hay barrizal tras la puerta
No hay tormentas en el mar
No hay desierto en mi ladera
Hoy el día amanece entre veredas quietas,
resumiendo en un suspiro
el camino de ida y vuelta..