Como ofrenda a la mar derramé las flores blancas de mis sueños,
convertidos en sal anduve por desiertos...
A la mar volví a reclamar lo que de ellos quedara
convertidos en sal anduve por desiertos...
A la mar volví a reclamar lo que de ellos quedara
por la necesidad de tener sueños..
La mar, silenciosa , en su bálsamo meció mi pena
y su susurro dejó en mi oído la respuesta...
La mar, silenciosa , en su bálsamo meció mi pena
y su susurro dejó en mi oído la respuesta...
De los pétalos que recogí
dulce néctar me deleita
y después de llegar a orilla
las olas te trajeron de vuelta..
La mar te dejó allí
como realidad de la ofrenda.