El día que te conocí
perdí la razón contigo.
Me dejé descubrir y
te descubrí en mi camino...
Me albergo al abrigo del
sendero de sueños cumplidos,
desnuda frente al mar
de tus suspiros.
Amable mano de tierna caricia,
semblante que entre sonrisas
despliega la ilusión en esta mi vida.
Amante de horas eternas,
de flores de azahar,
de primaveras.
que llena mi horas
y las hace ciertas.
El día que te conocí
abrí todas mis puertas,
y desahucié a los años de guerra,
y nació en mí de ti una vida llena
Con la mirada soy
la buena nueva....
(fotos: Gustavo Gamonoso)