viernes, 14 de septiembre de 2012

"LA MEMORIA EN LA PIEL"

En medio de todo quedan las manos hundidas en el cielo de un ayer.
Ese ayer que una vez fue marchito y encarnado a la vez.
Con los años, los ojos dejan de secar lágrimas
y cuando estas aparecen,  se derraman por la cara.
Entre los pies y a través de la corriente...
Y te permites ser.

Lo oculto se hizo presente en la mesa del hoy y todo volvió a resurgir como un huracán desde corazón.

Y volvió la pena, una pena que incontrolada desconoce de dónde proviene, porque parece que siempre estuvo ahí. Que pertenece a tu existencia, al principio de los tiempos. Que nació contigo.
Esa sensación que se camufla con la vida en las venas, con las sonrisas que consiguen mantenerla a raya. Pero siempre está ahí, esperando su momento para invadirte, para dejarse ver y hacerse presente....
Sigilosamente espera con rencor su momento justo para desplomarse entre las manos, los ojos y la voz.

La intuición sutil de los sentimientos
se deshace en los días 
transformados en hielo.

Y se torna gris la mañana
y el tiempo retorna a un vacío espeso
y vuelve el invierno en los ojos
y dejas de mirar al cielo
para dejar la mirada perdida 
en ningún sendero..

Los años son para perder la memoria a tiempo
y aunque a veces esto ayude,
nos olvidamos que la memoria tiene piel, que anida en el cuerpo
 y en los enclaves del aliento.
Y eterna suspira en silencio...


La memoria habita en la piel
en retales de tiempo...