lunes, 20 de agosto de 2012

"MAR NOCTURNO"




Sentí este corazón herido
sin latido, sin pulso, muerto.
Escondido en su fría armadura
de tiempos marchitos,
de hielo, seco, vacío.
Corrió por mis manos
la sangre vertida del deseo
y caí de nuevo presa del delirio.
Dolía tanto sentirlo,
saliendo del pecho está cada golpe de ritmo,
estallaban en mí los sentidos.
Me volví a quedar perdida
en el abismo del destino
y la fe, la esperanza y la vida
hueca en el camino.
Volví a verme llorar lágrimas
que una vez ya hube vertido
y juré no derramar más,
pero hoy de mí se han reído
y vuelvo a verte vibrar entre suspiros míos.